Luz era la hija del jefe.
18 años. Pura. Virgen.
James su guardián.
Su protector.
Sólo tenía una misión:
Mantenerla a salvo.
Y una norma:
No tocarla.
James era la mano derecha de su padre.
Eran una banda de moteros a la antigua.
Con armas, drogas y negocios turbios.
Y por supuesto… enemigos.
La oscuridad se cernía sobre Luz…
Y James era el único que podía protegerla.
Un macho alfa de verdad.
Pero que no podía resistirse mucho más…
Necesitaba cogerla por el cuello.
Estamparla contra la pared.
Y follarla hasta que perdiese el sentido.
Y ella… también.
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