Segunda entrega de la trilogía «Adorable».
Ella, una enamorada empedernida del arte que busca una nueva ilusión.
Él, la adorable estrella del equipo de baloncesto de la universidad.
¿Podrán vivir una historia de amor a pesar del pasado?
«Un pasado que amenaza con estrellarse con el presente apasionado que han creado, su única duda es saber si el amor es capaz de sanar las viejas heridas y salvarlos del infierno.»
Escapar de nuestro pasado muchas veces parece ser la mejor opción para intentar ser feliz y eso Lindsay Reed lo sabe a la perfección. Su único deseo es volver a recuperar su sonrisa y la ilusión juvenil. Su amor por el arte, le dará parte de eso, pero un chico romántico y dulce, será el encargado de hacerque su lastimado corazón vuelva a latir.
Jordan Fisher es el chico popular y jugador estrella del equipo de baloncesto de su universidad, bastante enamoradizo, que al conocer a Lindsay queda flechado no solo por su belleza natural, sino también por su dura y sarcástica personalidad.
Conforme se conozcan más, ambos se darán cuenta de que pueden estar destinados a permanecer juntos, aunque todo podría tambalearse cuando Lindsay entienda que no se puede escapar del pasado por toda una eternidad y puede que Jordan no resista el peso de esos recuerdos.
Aunque tengas un corazón herido, aún está ahí para amar y ser amado.
Mantener la reputación de un rompecorazones es muy fácil para Ralph Myers, ir de chica en chica es lo que mejor se le da después de su aparente pasión por el futbol americano. Lo que para él resultará complicado será fingir desinterés por alguien que empieza a acelerar los latidos de su corazón, y el miedo que siente a ser rechazado evitará que por un tiempo muestre su verdadera identidad.
El mundo de Violet ha llegado a un punto de quiebra, sintiendo que ya no puede más con el rechazo y acusaciones por parte de las personas que la rodean. No importa cuántas veces se disculpe, nada logra aliviar el dolor ni el peso que carga en su alma, y la felicidad que tanto anhela cada vez se hace más lejana.
A medida que Ralph y Violet se hacen más cercanos, descubrirán que sus corazones conectaron desde aquel trágico primer momento, y por mucho que traten de negarlo, la sonrisa en sus rostros cuando están juntos es la principal prueba de que todos merecemos una segunda oportunidad para ser fieles a nosotros mismos.
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