UN MARQUES PARA UNA SOLTERONA (Solteronas 1)
Kira O´Donahu, hija del barón de Landwater, vive feliz en el palacio de su padre. A sus treinta y dos años años, ha renunciado al matrimonio, pero esto no le supone ni un problema, ya que así puede disfrutar de independencia para hacer lo que más le gusta. Pero un día aparece un jinete misterioso, tan irritante como atractivo, que va a alterar su vida y sus planes de futuro.
UN DUQUE PARA UNA SOLTERONA (Solteronas 2)
Lily Roberts no ha tenido una vida fácil, pero desde que el borracho de su padre murió, puede decir, al menos, que no tiene quien la maltrate. Y eso ya es mucho para ella. Además, el negocio que puso en marcha a su muerte ha ido viento en popa y, de ser considerado algo estrafalario, se ha convertido en un negocio muy lucrativo que le permite vivir muy bien sin depender de nadie.
Aunque no deja de ser una ironía que su ocupación: poner en contacto a jóvenes de la nobleza y acordar matrimonios, sea lo que menos le interesa y le ha interesado nunca a ella. Porque si hay algo que tiene claro en esta vida es que para lo único que le interesan los hombres es para que le paguen por sus servicios de casamentera. El resto del tiempo los quiere bien lejos de ella.
Daniel Wilson, Duque de Castleton, vive feliz su vida de privilegiado. Heredero de una de las fortunas más grandes de Gran Bretaña, pasa los días con alguna obligación y muchas diversiones.
Pero el inesperado matrimonio de su gran amigo Robert McIntyre, marqués de Riverdale, le ha servido como toque de atención: a sus treinta y cinco años, tiene que ir pensando en contraer matrimonio: la más importante de sus obligaciones.
Como lo último que le apetece es empezar a buscar esposa por sí mismo, decide contratar los servicios de “Matrimonios felices” una empresa que se dedica a buscar las mejores jovencitas de la aristocracia para nobles como él.
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